sábado, 27 de noviembre de 2010

Viernes.

Hay muchas cosas que nos solemos guardas, es decir, cosas que pensamos que ùnicamente son de nosotros, que solo nosotros las comprenderiamso, que nadie màs que nootros podrìa entender el como nos sentimos... y sea o no un caso colectivo, suele pasarme la mayorìa de veces.

Estaba viviendo un viernes 26, tenia dos grandes asuntos, una solo desiciòn... no lo pensè màs veces, no se lo comente a nadie, no queria oir comentarios negativos al respecto ni tampoco ideas de desaliento, no, la idea era solo mìa, era mi asunto.

Obte por dejar todo de lado ese viernes, obte por abandonar la mayoria de cosas que espere por ese dìa, por esa persona, por mi persona, por mi proeycto especial.
No le dije a el tampoco lo que haria, sabia que me diria que no lo haga, que me quede, pero no era ahora o nunca verlo el viernes por la tarde o nunca, no podia aguantar màs, tenia que hacerlo. Lo hize.

No se lo habia comentado a nadie, tampoco lo iba hacer, no queria que nadie lo sepa, era mi asunto, era mìo, que solo quería que sea parte de mi, de nadie más, no por egoísta, si no porque no queria que nadie me diga nada, ni mucho menos él se sienta presionado de alguna manera, asi que si se lo decia, sería cuando todo hubiera pasado o si no, nunca se lo decia.

Recuerdo que ese viernes, fue el día más esperado por mí y más aterrador, moria de meido, no sabia como sería, no tenia ni la menor idea de como sería, tenia miedo a que me vieras y todo se arruine, tenia miedo a que me dejes plantado allí, tenia miedo a que todo lo que nos deciamos se hiciera nada en un par de segundos.

Yo habia llegado media hora antes, por el caso de que vivia más cerca, te llamaba y no aparecias, llamaba a varias personas para poder hablar con alguién y no irme ya que yo soy ese tipo de persona que cuando ve mucha aglomeración de personas tiene miedo al no conocer a nadie y quiere irse a su casa y escapar.

Pues tu no llegabas, yo daba vueltas, tú no llegabas, yo empezaba a desesperarme, tú no llegabas el miedo que estaba deborando vivo, tú no llegabas por mi mente paso un fugaz pensamiento que no lo hariaz, tú no llegabas y tenía frio.

Ya habia pasado cerca de 45 minutos, me llamaste y dijiste que estabas allí, yo me acerque ya que me habia alejado para dar vueltas por todo ese lugar. Mientras caminaba en mi cabeza lo único que habia era miedo con muchos nervios, no losé, soy asi creo, apostaria a que cuando te vería yo me caería al suelo mismo epilectico a temblar, en el sentido figurado.

Apareciste de la nada, me saludaste primero moviendo la mano, yo mire a otro lado para no ponerme rojo, te acercaste y me abrasaste, aunque quizás ese abrazo duro muy poco, era lo que necesita en ese entonces para poder saber que mis medios era tan irracionales y que en cualquier momento yo sabia que podia contar con tus brazos.

Ya no tenía miedo, o si lo tenía empezaba a hacerlo no parte de mí. Tú estabas normal, no entiendo como podias estarlo, yo intentaba estarlo, y pues en ese trayecto estaba, tú estabas de lo más normal, como si nada, al menos eso dabas a entender.

Recuerdo que dimos muchas vueltas por ese lugar para intentar saber que hacer... al final terminamos caminando por una gran avenida, terminamos caminando llendo hacia la nada.

Nos sentamos en unas bancas(?) estaba cansado, tu querías sentarte un ratito. Estuvimos sentados. Yo quería besarte, por eso me acerque más a tí, me pegue más a tí, intentaba hablarte muy cerca al oído y poder cruzarme con tu boca, por eso cada que me decias algo me acercaba más y más, queriendo tener un roze con tus labios... y asi fue, no recuerdo exactamente lo que te dije, pero al hablarte estaba muy cerca, el otro 30% dependía de tí, ya que yo habia avanzado un 70% asi que dependia de tí avanzar el resto. Y vaya que lo avanzaste.

Fué un momento en el cual no duro mucho un beso, pero sonará algo loco, pero yo lo sentí tan rico, tan anciado desde mucho tiempo, tan cerca de mí, me gusto, me encanto, no quería dejar de besarte.


No hay comentarios.: